El universo que creó Tolkien hace décadas se está convirtiendo en una máquina de hacer dinero para Hollywood, y más concretamente para Saul Zaentz, el productor que posee los derechos cinematográficos y de merchandising de todas las obras del célebre autor británico.
Estos derechos cubren cualquier uso no autorizado de los nombres usados en los libros, como por ejemplo “hobbit”.
Durante los últimos veinte años, un pequeño bar de Southampton en Inglaterra, ha estado usando ese mismo nombre, “The Hobbit” sin mayor problema. Hasta que los avispados productores de cine han deducido que una tasca de estas características no puede seguir usando el nombre que ha llevado las últimas dos décadas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario