De los productores de "Lo que Scarlet bloqueó" y "Matar a un ruiseñor", nos llega una divertida comedia que dejará en mantillas a la delirante (esta vez sí que hablo de una película) "Nada que declarar".
En Bélgica, la SABAM quiere cobrar derechos de autor a quienes leen libros a los niños. Sí.
Las formas empleadas nos llevan a pensar en más películas, esta vez con mafiosos de por medio. A ver quién sugiere un título para esta escena tan kafkiana. Se abre el telón, se ve a un inspector de SABAM que habla con la biblioteca del pueblo y le dice, agárrate los machos, que van a empezar a pasarle cargos porque saben que ahí dentro hay seres que se dedican a leer libros a los niños...
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